lunes, 27 de agosto de 2012

Una valoración de los programas de formación en centro desde la investigación acción

UNA VALORACIÓN DE LOS PROGRAMAS DE FORMACIÓN EN CENTRO DESDE LA INVESTIGACIÓN ACCIÓN

La formación centrada en la escuela es una de las modalidades formativas más relevantes en los últimos años.

Del contenido histórico de la formación de la escuela, puede extraerse algunas ideas clave, en relación a los trabajos del movimiento de desarrollo del curriculum para formar al profesorado, debido a que la formación del profesorado, se centra en el método de trabajo, que enfatiza en la articulación de la teoría y la práctica.

Este legado del movimiento de desarrollo del curriculum, no solo ha sido amplio, sino que ha tenido una amplia transcendencia en el ámbito educativo. Stenhouse, los sintetiza en la idea de currículum como una problemática reforzando a los docentes como investigadores, la tradición de investigación centrada  en el análisis del proceso del aula baja la lógica de la enseñanza, el establecimiento de una estructuración de la dicotomía centrada en el profesor, la respuesta de la evaluación basada en la escuela si dirigió hacia la responsabilidad profesional y el desarrollo de una tradición de estudios curriculares dentro de la educación.

Esta forma de entender la formación tuvo gran acogida entre el profesorado, que es definida como estrategias empleadas por formadores y profesorado para dirigir los programas de formación, respondiendo a las necesidades identificadas en la escuela y evaluando los estándares de enseñanza y de aprendizaje en el aula.

Elliott, dice que son dos las perspectivas que han estado presentes en la formación centrada en la escuela, la formación continua, que beneficia a la escuela como institución y al docente como individuo y la formación continua que beneficia a la escuela y a los procesos de desarrollo del profesorado. 

El método que mejor responde a una concepción de desarrollo del profesorado en relación con la escuela según el autor anteriormente mencionado, es la de investigación-acción, debido a la implicación de los docentes en su desarrollo profesional., tratando de articular la teoría y práctica desde la reflexión colaborativa.

El desarrollo profesional en este contexto es la materia de una mejora de la práctica sin implicar un modelo de deficiencias, relacionándose con cambios en las personas y en las instituciones.

Las instituciones que decidan optar por un desarrollo del profesorado centrado en la escuela toman una serie de responsabilidades que se van poniendo en práctica durante el proceso, por lo que se necesita una política y estructura de apoyo para que la comunidad educativa pueda afrontar con éxito este proyecto, la cual proviene de las administraciones educativas, contemplando las necesidades que conlleva este trabajo.

La formación del agente externo es muy importante a la hora de llevar a cabo estos programas, ya que debe de contar con una formación enriquecedora, teniendo en cuenta el crecimiento personal y el desarrollo profesional del adulto, el desarrollo organizativo relacionado con la escuela, el desarrollo del currículum, la conducción de procesos de investigación-acción y estrategias generales de conducción y análisis de grupos en el ámbito de la formación continua.

En cuanto a la valoración que vamos a centrar hacen referencia al método de investigación-acción crítica, cuyos principios están relacionados con una forma de entender la educación y la investigación de la práctica educativa, resumiéndose en que la educación es una actividad social, la práctica educativa no es un comportamiento mudo, sino que está informada por esquemas de pensamientos que en la mayor parte están  débilmente articulados, las comprensiones que las personas tenemos acerca de lo que nos rodea nuestra forma de actuar pueden distorsionarse por culpa de la ideología y el análisis del orden social es una vía que puede ayudarnos en el camino hacia la emancipación

Dentro de los procesos de desarrollo profesional centrados en la escuela, aparece la figura del agente externo, que es aquel que entra a formar parte de un grupo de docentes que pertenecen a un mismo grupo, con la finalidad de propiciar situaciones de aprendizaje en las que puedan ponerse en práctica un proceso dialecto de reflexión grupal, adaptando actitudes significativas y asumiendo que el sentido de sus acciones está mediado por los contextos interaccionales.

El profesorado, durante este periodo de prácticas, debe de realizar un diario de formación, con el fin de pensar y reflexionar sobre los acontecimientos de cada sección. Este diario, abarca diversos campos como la percepción que tengo del grupo, la metodología y las técnicas empleadas, la toma de decisiones... lo cual lleva a los docentes a plantearse cuestiones como el coste del trabajo, el tener que escribir, aunque después de realizarlo tenga una visión completamente diferente a la del comienzo de este.

El agente externo debe ayudar al profesorado a desarrollar una conciencia crítica con el fin de cambiar la visión de los docentes  en cuanto a que la educación es una construcción social que toma como referencia la acción significativa del sujeto existiendo una corresponsabilidad entre el alumnado y el profesorado en el proceso enseñanza-aprendizaje, así como que la enseñanza ha de entenderse como un proceso que ayuda al alumno/a a adquirir una personalidad activamente investigadora, creadora, innovadora,  tolerante, autónoma…, considerar a los profesores/as como  facilitadores y conductores de conocimiento y no como reproductores del mismo.

Para terminar, se puede decir que la práctica de desarrollo profesional, requiere plantear un método de trabajo que tome al centro y al profesorado como protagonistas de la formación, alcanzando un desarrollo personal, profesional e institucional, colaborando tanto el agente externo como los docentes.

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