lunes, 27 de agosto de 2012

El practicum y los centros de desarrollo profesional

EL PRÁCTICUM Y LOS CENTROS DE DESARROLLO PROFESIONAL

La idea del practicum es referida a las prácticas profesionales que se llevan a cabo en un escenario de trabajo real. Así, el concepto de practicum y de centros de desarrollo profesional se entrecruza construyendo un todo unitario.

En cuanto al papel que desarrolla el practicum en el proceso de formación como profesionales seria sus principales repercusiones en el desarrollo de los diversos ámbitos que constituyen la profesionalidad.

El concepto de formación, según el autor,  podría definirse como el proceso de desarrollo que sigue el sujeto humano hasta alcanzar un estado de plenitud personal y social. Tres componentes fundamentales suelen incluir los análisis del concepto de formación como concepto de las ciencias pedagógicas, como son el sentido general y objetivos finales de la formación, los contenidos de la formación y el papel que juega el individuo en su propio proceso de crecimiento y desarrollo.

Para Menze, son cuatro las teorías de la formación. El modelo formal, que es el encargado de dirigir los procesos formativos al desarrollo de las facultades psíquicas de los sujetos y de sus habilidades como estructuras generales al margen de los contenidos sobre los que se aplican. Por otro lado, la formación categorial, centrada sobre la aportación de las disciplinas como dispositivos particularmente propicios para lograr el desarrollo de las personas. La teoría dialogística de la formación, la cual posee una estructura diferente centrando el proceso de formación en la autorrealización y por último, la teoría de la formación técnica, un modelo de formación que se aleja conceptual y operativamente del contexto en cierto modo global e integrador en que se mueven las otras.

Los procesos formativos, acumulan aprendizajes, implicando puntos negativos, situando el nivel bajo de la estructura del conocimiento y el olvido de los aprendizajes.

El practicum, es encargado de proporcionar referentes reales que enriquece los procesos de decodificación de las informaciones de un curso de formación, permitiendo de darles un sentido más operativo y funcional, facilitando la integración de conocimientos en la previa estructura además de la aportación de nuevas habilidades.

Los aprendizajes del practicum suelen ser contextuales, lo cual entra en contradicción con los supuestos básicos de cualquier programa de formación inicial en los cuáles la información se encuentra inevitablemente descontextualizada.

Es importante también la idea de profesión de que se parta, pudiendo afectar al practicum. En el caso de los profesores, cabe resaltar la concepción misma que se tenga de esa profesión en relación a los profesionales viendo las profesiones de dos formas diferentes, como ámbitos especializados de actuación que requieren formación teórica o como ámbitos especializados en los cuáles el eje fundamental radica en la propia actuación, y el otro aspecto a resaltar es el nivel de especialización requerido para el ejercicio de la profesión, distinguiendo la tendencia hacia la especialización plena en el plan de formación  o la tendencia a la formación polivalente.

En relación al papel del practicum en los programas de formación de profesores, se plantean algunas cuestiones relevantes para mostrar su sentido formativo, como la aproximación del alumnado a escenarios reales, organizar y reorganizar marcos de referencia que le sirvan para asimilar mejor los conceptos y contenidos explicados en la carrera,  hacerse consciente de los puntos fuertes y débiles de cada uno, además de las lagunas en la propia preparación para llegar a reconocer las propias necesidades de la formación,  reflexionar sobre lo que cada uno ha hecho y aprendido durante el período de prácticas y para reconstruir la propia experiencia escolar de los estudiantes.

El practicum, puede analizarte también desde el mismo esquema que aplicamos a otros componentes curriculares: conocimientos genéricos en torno a la educación y en relación con el ámbito científico de la formación y competencias, destacas por su variedad, aportando competencias en la producción de proyectos y elaboración de materiales de trabajo profesional, y en el dominio del uso de instrumentos sectoriales, además de competencias de tipo social-relacional y de tipo técnico-profesional y el marco de doble competencia, que son las de tipo técnico y una meta-competencia

En cuanto al tipo de actividades que debería incluir el practicum, son diversas las modalidades de organización siendo estas la modalidad consecutiva, el practicum tiene lugar después de la formación teórica-practica y la modalidad integrada, en el cual lleva integrado el practicum en la formación.

Los materiales requeridos para llevar el practicum a cabo si se quiere obtener buenos resultados, son materiales de apoyo que ayude a los estudiantes a descubrir la realidad profesional en la que van a participar y contrarrestar las experiencias con las disciplinas obtenidas.

La supervisión no serviría de nada si no están previstos los resultados de la misma. Es necesario llevar a cabo una evaluación, ya que es la única forma y el recurso fundamental para la mejora.

Se han identificado cinco factores como aspectos fundamentales en los periodos de prácticas, citando en primer lugar los aspectos materiales como las condicionantes de los centros, los cuales afectan al desarrollo del practicum con la variación de la práctica según el tipo de escuela, adaptándose igualmente a la lógica y ritmo del estudiante.

Los componentes subjetivos del proceso, juegan un papel fundamental en el desarrollo del practicum, siendo importante las percepciones de los componentes que lo realiza.

En cuanto a los tutores de prácticas son varios los aspectos a resaltar como la  implicación institucional en el programa de prácticas, el reconocimiento del status del profesor y las características de los tutores.

Según el autor, la estructura secuenciada de fases por las que pasa un programa de prácticas, como son la fase de preparación, dirigido al alumnado, para explicar que es lo que van a realizar en dicho proceso, como al profesorado, informándole sobre el plan de prácticas. La fase de acogida, es la que determinar el grado de implicación del centro, acogiendo a los alumnos cordialmente, y que elaboren una actividad satisfactoria y enriquecedora. La planificación del itinerario formativo en el centro de trabajo, es el que determinara el que se hará, las personas con las que se realizara la actividad y por los servicios que se pasara. En la gestión de prácticas, se da la necesidad del contacto entre las instituciones y los mecanismos establecidos durante el desarrollo de las prácticas. Por último, la evaluación de las prácticas, determinando los aspectos a ser evaluados.

La estructura de coordinación y seguimiento del practicum, se concreta en varios puntos: un buen desarrollo de la fase de negociación, con la realización de un contrato, un convenio o un programa, con la posibilidad de mejora en el caso que sea conveniente y modificando la estructura de la manera más oportuna para la realización de las practicas.

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