Evaluacion de experiencias y tendencias en la formación del profesorado: introducción

EVALUACION DE EXPERIENCIAS Y TENDENCIAS EN LA FORMACION DEL PROFESORADO: INTRODUCCION.

En la siguiente publicación, encontramos ponencias de autores en unas jornadas sobre evaluación de experiencias y tendencias en la formación del profesorado, que han sido celebradas en la universidad de Deusco, organizadas de la mano del ICE.

Cabe destacar la evaluación de formación docente, como un aspecto importante dentro del término evaluación y es por ello que a continuación vamos a resaltar algunas de las reflexiones, aportaciones y experiencias que encontramos en este artículo, de autores que están de acuerdo en que la formación permanente mejorará  la calidad de nuestro sistema educativo actual.

En primer lugar, cabe destacar la reflexión de Marcelo, en la que concibe a los profesores, como personas autónomas en continua situación de permanencia en el aprendizaje, “quien no aprende, no enseña”, resalta Fernández Pérez, el cual apoya una reflexividad compartida.

La evaluación es tarea optimizadora de políticas y programas de perfeccionamiento de cara a activar procesos de dinamización e innovación educativa, considerando la formación un instrumento de cambio, es la evaluación la que permitirá conocer sus resultados, afirma Granado y Gil Flores.

Rosello, dice detectar, divergencias entre teoría y técnicas utilizadas en la evaluación, afirmando que la evaluación sigue centrada en los alumnos, en sus conocimientos.

Los procesos de la evaluación de la formación para Babier, son que la evaluación genera cierta economía de los medios aplicados, a su vez hace posible una mejora de los resultados y por ultimo influye en la productividad de esas acciones.

La necesidad de la evaluación de los programas de formación es algo sentido desde hace muchos años. Así, las preocupaciones principales de la naturaleza de la formación permanente, han sido la rentabilidad de la formación y la mejora de calidad de esta.
La formación del profesorado, es la base principal para el desarrollo profesional, afirma Lourdes Montero.
Para esta autora, las claves para una renovación pedagógica para la formación del profesorado, son comparadas con un caleidoscopio, donde coexisten gran diversidad de enfoques y múltiples instituciones implicadas para su desarrollo. 

De miguel, dice que el desarrollo profesional, va mas allá de las características particulares del profesor y de su puesto de trabajo, dice que la formación permanente debe de  centrarse en como plantear el sistema de perfeccionamiento continuo que favorezca el desarrollo personal de los profesores y al mismo tiempo la mejora del centro como institución.

Ferreres, señala tres niveles de actuación, estableciendo puntos de conexión entre evaluación y desarrollo profesional: sistema educativo,  centro y aula. Según el autor, el proceso de evaluación, debe de desenvolverse contextualizando los resultados significativos a la luz del contexto.

Las aportaciones Vicente Beneditto, resulta de una importante consideración. El autor, intenta recoger percepciones del profesorado sobre el proceso de evaluación centrando su ponencia en el ámbito universitario, haciendo hincapié en la falta de requerimiento de formación específica y aptitudes pedagógicas a los profesores de universidad, siendo cuanto menos curiosa la situación actual, donde resulta más prestigioso la investigación que la docencia en el ámbito de los profesores universitarios

Gimeno Sacristán y Fernández Pérez, tras realizar un estudio de la formación del profesorado en las escuelas de magisterio, han detectado la necesidad de fomentar la relación entre la teoría y la práctica, los autores criticaban la práctica como el final de la preparación del profesorado.

Zabalza trata de establecer los vínculos entre el enfoque del practicum y los centros de desarrollo profesional, partiendo del concepto de formación como aprendizaje y desarrollo  profesional estableciendo el sentido que el proceso formativo adquiere desde las teorías de formación de la consideración del practicum.
Ruiz de Gauna, resalta su experiencia personal en la formación del profesorado, basándose en una perspectiva de investigación-acción critica como herramienta principal.

Carlos Marcelo, parte reflexionando sobre innovación como proceso de cambio, señalando alguno de los principios de los procesos de cambio.

Por último, destacamos las aportaciones de Francisco Javier Gómez y  Fernando Huarte que nos presentan su valoración de la evaluación de la formación permanente en la escuela universitaria, indicando que su propuesta-modelo, se basa en la investigación-acción, considerando las actividades de diseño y evaluación como una forma genuina de investigación hecha por el profesorado en sus centros.